Modesta condición
el haber adquirido tus sentidos
sin ellos, más desamparado
que cualquier madero
comienzo mis rflexiones
sin reconstruir hechos.
Me limito a modificar
me escondo junto al muro
humillado, sucedáneo
preparado toda una vida
para el reencuentro
...¿Y tu?
Dónde estuviste ésta tarde
metida en la cuarta puerta
con tu cuerpo exclavo
que sólo muestras
a los ojos de otros
y yo no estoy en los tuyos.
Creiste escuchar al silencio
y pequeños monstruos
se balancearon sobre ti
tanta deformidad por nada
...Todo acaba
por más que escondas
con zalemas al pesimismo,
los sollozos quedan sueltos
desvaneciendo coyunturas
para contemplarte de frente.
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