Montag, Juli 05, 2004

Confundir cielo con techo

Pegado el sol a mi andar
ya no blasfemo más del frío
lo indeseable
se desprende de mi cuerpo.

Al ritmo de la tierra
lo confirma mi alma
me apodero del arco íris y pinto mis ojos.

Ya no detesto las sentellas.

Entiendo que el viento
ama jugar con mis cabellos
y la tierra goza al sentir mis pies descalzos.

Ahora creo en la morada a la que pertenezco
reino bendecido de libertad absoluta.

El cielo perdió su miedo
con el deslumbrante relámpago de la palabra

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen