Las hojas secas de savia se te caen
de la alacena de tu otoño
...caida deliciosa
al margen de cualquier perdido oasis.
Por fugar estrellas de sesiones nocturnas
se te olvidó atardecer
desembocando en otros lugares.
¿Quién hará que aquel instante pueda volver a
condensar la ternura de tus manos?
El dolor es hoy magnitud de tiempo
y retiembla en tu pecho la herida
de aquel puñal lento del amor.
Sumergido bajo el llanto
en tus espacios cósmicos la piel te desampara
y a tu voz hecha roca dura sin sentido
ya ni el eco le rebota.
Tu única verdad es el instante
el yermo más dolido aire sin ánimo.
Las estrellas más oscuras se miran por tus ojos.
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