Mittwoch, November 15, 2006

Ein Teil von dir
























Solíamos estar juntos alumbrando la noche
tratando de no matar los grillos
que se atravesaban en nuestro camino,
interpretando estrellas muertas desdobladas
de nuestros propios argumentos.

Solíamos traer al alba la madrugada
llenando los espacios de desordenes
acumulados por los días de no vernos,
días opacos y grises secados al sol
como globos cautivos inflados de deseo.

Era el gusto de estar adentro cuando llovía
y refugiarnos de despechos
y de la exagerada información del viento,
era el gusto de contraer los músculos
de las paredes de nuestros vientres
pues los cimientos los sabíamos podridos.

Era el gusto y aún así, como estrellas
desplomamos el reloj del campanario
para alumbrar el camino de otros.

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