Freitag, September 05, 2008

La hora del viento

Como fuga infinita
donde todo se da sin rumbo,
en mi sombra, donde
se unen nuestros cuerpos,
sólo los recuerdos
han sido testigos
de la ruina de un sueño
en aquella hora del viento,
donde las flores crecían
cubiertas de asfalto.
El imposible asentamiento
de futuro para nuestra vida
me dejo cayendo aquí,
donde no hay más bosques
mi mares ni siquiera desiertos,
bebiendo agua de las piedras,
llorando pedazos de escombros,
convirtiendo juventud
en soledad y perpetua tristeza,
deambulando como loco
en mi ciudad de impulsos, donde
solo existe lo que no se hace.
Oscuridad.

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