Mittwoch, Mai 10, 2006

Sangre en mis manos
















A Lobodobsky

El miedo
se encargó de mantener
mi corazón sin una sola herida
haciéndome monarca
de mi propia piel pintada de alondras
pero hoy, escarbando en mis bolsillos
encontré la inútil decadencia
adulta en la que vivo,
mis manos sangran
por tanto maldito intento de nostalgia
y con el intenso color del odio
desde mis adentros crece el silencio.
Me voy perdiendo
en el gris de los olvidos
y me pinto sombras escondidas
levitando sobre lo que creo perfecto,
salpicando donde la fuerza fluye de mi sangre
a los espacios abiertos
mientras el silencio perfuma mis soledades
y me pierdo en las formas
de mis tantos lienzos
estallados, fragmentados
hasta que la sangre
se espesa y se transmuta mi existencia
en la sombra del vacío
y mi alma se evapora rapidamente.

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