Ante la insistencia del sueño
cuando tú solo en noche de Abril,
solo en una recamara que no es la tuya
despiertas con la angustia
de la pesadilla olvidada
y tratas de recuperarla
y buscas a ciegas en la cama
y la otra piel no está allí
entonces te pones tus pies
y sales corriendo por el pasillo
y buscas la otra recamara del adiós
en el mismo momento que yo despierto
y te encuentro a media luz
durmiendo abrazado a mi almohada,
abres los ojos y me dices
que soy tu suerte y tu sombra
y aunque mate sueños
los sueños me querrán
y serán queridos por mi
porque mis sueños están muertos
ya no existen aunque piense en ellos...
yo te consuelo y me consuelo
porque el dolor es ganancia
a estas alturas donde la insolencia
y los nuevos amores ya no existen.
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