Dienstag, Mai 03, 2005

Letra orgánica




Este invierno que dormí en tus manos,
tus caricias lentas ciñeron
brevemente mi carne estremecida
de mis más hondonadas y pantanosas regiones
desoladas me creaste en flor
para llenarte y saciarte de mi perfume.
Así seguí presente con mi propio aroma
desnuda envuelta con tus dedos de viento
y con inigualable genital ficticia viví
en la latente hermandad de lo creado.
Fui el torbellino de la danza de tus uñas
vorágine alumbramiento en tu saliva
derramé en tu cuerpo mi incienso y mirra
yo flor y fruto con la danza de tu lluvia
me volví de tu carne indisoluble
sin elegir el sitio de mi guarida
que sería el refugio en el remanso
de breves y libres eternidades mientras
temblaba porque quería ser gaviota
me acepté sin peso ni ley ni forma
guarnecida de purpura y vino
me perdí hasta convertirme en el metal ardiente
que circula por tus venas...

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