Samstag, April 09, 2005

Desde que le tienes


hoffnung


Sueños de mujer ahogados en un grito
desde la fortuna, desde la luna y
el poder de su mirada.

Caíste en el mortífero proceso
de hacer lo mismo de procaz forma
a la misma hora día tras día,
sin poder salir a depositar
tus flores abrasadas.

Zaherida por la más corta tajada
te amaste sola mucho tiempo,
y soñaste bajo el blanco deseo de tus alas
buscando su boca para beber del vino
y su mano para acariciarte.

Solo tu determinabas el ritmo del tiempo,
tu tiempo que fluía en el corazón
y la forma de ver al hombre que soñabas.

Le encontraste y le permitiste
entrada a tus espacios
donde todo estaba permitido
menos interrumpir la manifestación de amor

Le tienes y ahora no entiendes
porque vivir allí, donde duele a cada soplo su ausencia

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