El polvo
ha renunciado a la quietud,
el calor de la piel
no tiene ilusiones
como hace veinte años
Acto de introspección solitario
polémico y complementario
rostro deformado
por auroras de uñas rosas
ajeno a las palabras
quietas mediadoras de aquella unión
Viviste con fantasmas y manos
abiertas hacia los nuestros,
con el goteo invencible
de aquel sudor oculto
y aquella apuesta insensata
que observaste brillar
en tu sistema solar
A cualquier acción
de soberbia
con seriedad falsa de ángel azul
descendiste a lo oculto
para conocerme
por la libertad ajena de
desorden y lealtad donde
la función de tus pasiones
infectaron mi mundo de bienestar
Me hubiera gustado habitarte
en las fortunas
de tu verdad
ser uno más de tus fantasmas
y presentarme cada noche
en tu lecho solitario
para colgarte tras la espalda
mis miedos restos de oro
de mi cuerpo templado
por la luz del sol del día anterior
dorada en pensamientos de orgullo
más allá del blanco ardiente
de tus dientes.
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