A Delfis

Furias desbordas
traza tu mirada
invitando a mi garganta
a abrir el fruto
y derramar su jugo
por mis senos
sin el peso de tu ayuda.

Atardece (Haiku)

Lago enorme

profunda despedida

el sol le llora.

Tesón

Embadurno en esta hoja
dolor profundo sin remedio
oscuro amor putrefacto
vida loca y triste
más da, más quita.
Azoto en el vacío
donde flota
mi ombligo solitario y su estrella,
habito aquí sin ti
conmigo y mi empeño
y sin alcanzar esperanzas
escribo llanto.

Cantata

Silencio sapos

el agua canta fresca

nos llueve amor.

Tierra y sal

Si ninguna casa has construído
ven constrúyela en mí.

Si ningún árbol has plantado
ven refúgiate en mi sombra.

Si nos has engendrado hijos
ven y tómame en tus brazos.

Si aún no encuentras tu camino
ven a trazarlo en mi piel.

Déjame ser tierra y su sal parida.

Yo

Sombra enorme que pasa por tu cuerpo
que sin estar me ves
y sin tenerme
a tu lado duermo
cuerpo que tiembla a sonrisa muda.

Luz en manos de fantasmas
que abren fuego a chispa de recuerdos
en el centro de la noche
que oscura se desangra.

Soy yo
ese vaivén de sábanas
que te ahoga
en palidez
hasta la próxima agitación del alba.

Yo
que desde las sombras
luz te ofrezco
luz que no quieres ver,
y a todo éste dolor
embadurnada de absurdo te seguiré

recorrerte

Recorrerte

Prepararé el camino por tu amada anatomía que para recorrerte no necesito guía pues tu sendero lo conozco bien.
El piolet me asegurará de no resvalar por tus piernas frías como glaciares, esta vez los bastones no servirán de apoyo a mis rodillas sino que me llevarán a las tuyas. Engancharé muy bien los mozquetones en cada hueco de la celulitis de tus muslos subiendo lentamente tus caderas hasta llegar a la entrepierna, esa selva salvaje donde me perderé con orgullo, será mi refújio hasta el otro día.
A la mañana siguiente, el camino de tu vientre será más fácil, tan plano y seguro que lo recorreré en muy buen tiempo, el que aprovecharé para retozar un buen rato en las montañas de tus senos, por esos aires de grandeza. Al bajar, llegaré al puente de tu cuello (ese que conecta al corazón con la razón) tan bien construído que lo pasaré seguro sin contratiempo hasta llegar a tu boca donde tomaré una merienda deliciosa, leve: tu aliento, entonces; preparado y bien comido, listo para atravesar la caverna de tu nariz; cantaré una que otra canción para espantar el miedo a tanta oscuridad... más al final, valdrá la pena la travesia, agradecido; llegaré y me instalaré en tus ojos a esperar el atardecer y observar el regreso de las aves a sus nidos sin más sensación que la libertad de haberte recorrido.

Vergessen (sin memoria)

He bebido del hielo
bañado por la tenue
luz del alba.

He intentado escuchar
tu amada voz
haciendo ecos.

He recorrido
un camino corto
alargado por mis sueños.

Hoy he vuelto a abrir
mis brazos fuertes
llenándolos de aire en las alturas.

He vaciado mi corazón de deseos
para escucharme a mi misma,
logrando sólo oír tu voz diciendo adiós.

El día de hoy
he de convertirme en agua,
en esta misma que bebo.

Y así beneficiar a tantos
sin cuerpo y manos, sin memoria
y sin combatir vencer a otros.

Ruinas

Amor muerto muro
a pedazos destrozado
por el odio
y el sabor del descuido.
Montón de escombro
donde sólo los gatos
que en la noche aman
despiertan entre ellos
con gusto
lamiéndose la frente

Climatérico

A cada paso que doy
eres ausencia desvalida que ayuna
el alimento de palabras
pufo que atravieza el vacío.

Arde el color de mis días
sobre esta felonía de años
escucho algún proposito de este frío
glaciares en tus ojos
sin ocultar el odio no dicho.

Concibo como única salida
el desaliñado espejo de la aflicción
niño que ama su rutina.

Cuervos en cielos blancos
crepitar de angustia
malnacida noche a tan íntegra despedida
que sólo los grillos recuerdan
y tú ni los escuchas.