Solía tener el secreto,
ese que calmaba a la virgen cuando los colores sucumbían a la belleza
solía tenerlo entre las piernas llenas de oro
cuando pensaba en el misterio de la vida
y la dulzura de encontrarlo en nuestras mentes.
Eran tiempos de subir a tierras cada vez más altas
y sentir la cercanía lejana de la perra mentira del amor
tiempos de besar mis manos que no eran mías
con aquellos labios que llevaba dentro de mi
hurgando cada rincón de una esperanza
y dormirla también, sobre ti y tu sueño que era mas tarde
en otro lugar para existir en otro nosotros...
Ese secreto lo vi en el vuelo de dos pájaros y tus
palabras musicantes que acariciaban mis mas salvajes deseos.
Secreto
que vi en la ropa como el hogar habitual de tus perfumes,
una casa para las miradas que no conocía
y reflejos de un espejo inmutable en la carne que poseías.
Secreto
que entierro cada noche, entre sábanas, cansancios y fuegos alados
como una gota de música entre los dedos
de este mi cuerpo marioneta de humo asombro y sueño.
Secreto
que practico desde la lejanía besándote con mis poemas
aunque ni idea tengo de donde mierda estés.